Has hecho toda la preparación de la entrevista que puedes: has leído todas las páginas del sitio web de la compañía, has creado un conjunto de preguntas inteligentes para hacerles a tus entrevistadores y has aburrido a tus amigos con sesiones de práctica de preguntas comunes de entrevistas.
Pero a pesar de todo esto, todavía te encuentras caminando hacia la entrevista con el estómago hecho un nudo por los nervios.
Desafortunadamente, es la ansiedad por cometer un error lo que puede hacer que cometas los errores más grandes de todos: mostrar un lenguaje corporal cambiante, sonar incierto en tus respuestas y, en general, no parecer muy confiado o equilibrado. Todas sus calificaciones pueden ser eclipsadas fácilmente si todo lo que recuerda el entrevistador es lo inestable que parecía.
No digo esto para que entre más en pánico, solo para recordarle que requiere más que una excelente preparación para la entrevista para que le vaya bien en una entrevista. Afortunadamente, hay muchos trucos mentales que puedes usar para combatir tus nervios. Pruebe una de las tácticas a continuación para inducir calma de forma natural, aumentar la confianza y reducir el pánico al entrar en una entrevista.
1. No intentes calmarte
Me escuchaste bien: una de las peores cosas que puedes hacer en esta situación es intentar forzarte a calmarte. Una nueva investigación de la profesora de la Universidad de Harvard, Alison Brooks, sugiere que una mejor manera de lidiar con la ansiedad es convencerse de que está emocionado.
Para su experimento, Brooks hizo que sus participantes participaran en actividades de alto estrés como cantar, tomar exámenes y hablar en público. Antes de actuar, Brooks hizo que un grupo de participantes dijera: "Estoy tranquilo", el segundo grupo dijo: "Estoy emocionado", y el tercer grupo no dijo nada. Y descubrió que el grupo que dijo: "Estoy emocionado", informó que se sentía más segura y que siempre tuvo el mejor rendimiento de todos los grupos.
¿Cómo es que una oración simple podría tener un efecto tan pronunciado? Resulta que el sentimiento de ansiedad está estrechamente relacionado con el sentimiento de emoción. Ambos son estados agitados, lo que significa que nuestros cuerpos y mentes están animados, pero con diferentes perspectivas emocionales. La ansiedad es agitación que es agotadora, negativa y pesimista, mientras que la emoción es agitación que es energizante, positiva y optimista. La calma, por otro lado, está en el extremo opuesto del espectro de estas dos emociones, por lo que pasar de un estado agitado a un estado sereno es tan realista como doblarse a la mitad.
Pero, al reformular su energía nerviosa como energía excitada, aún puede sentirse amplificado, solo de una manera que lo ayude a desempeñarse mejor en lugar de una forma que lo obstaculice. Y, como demostró Brooks, engañarse a sí mismo para creer que esto puede ser tan simple como recordarse a sí mismo que debe emocionarse.
2. Consume las cosas correctas
Puede pensar que su lista de lectura es lo último que debe tener en mente antes de una entrevista, pero con el libro correcto, un poco de lectura ligera realmente podría aumentar su confianza.
Un estudio reciente publicado en el Journal of Personality and Social Psychology descubrió que los consumidores de literatura comienzan a comportarse y a pensar como los protagonistas de los libros que leen. Por ejemplo, en un estudio, a los lectores se les asignó un libro sobre un hombre que no tenía derecho a voto pero que luchó y luchó con éxito por su derecho al voto. Los investigadores descubrieron que los lectores tenían más probabilidades de votar en las elecciones como resultado de haber leído el libro.
Inténtalo tú mismo: en lugar de pasar el tiempo antes de la entrevista preocupándote por lo que está por venir, pasa un poco de tiempo sumergiéndote en un libro o artículo escrito por personas exitosas y positivas que pueden haber luchado con las mismas cosas que tú, y salir encima. Al identificarse con sus luchas, también puede absorber la seguridad en sí mismo y la energía que les permitió romper las barreras que los retenían.
3. Deja de ser tan autocrítico
Tómese un minuto para leer su currículum. Hazlo muy deliberadamente, leyendo línea por línea. Mientras haces esto, trata de llevar un registro de los pensamientos que tienes mientras lo revisas. ¿Son positivos, negativos o neutrales?
Si descubres que te sientes mayormente negativo acerca de tu currículum, debes entender que esta es una respuesta natural, es una forma de anticiparnos a las críticas y responder a ellas y mejorar o explicar aquellas áreas que parecen "débiles". El problema es que es fácil dejarse llevar por estos pensamientos negativos, hasta el punto de que comienzan a afectar su autoestima. Juzgándote a ti mismo con demasiada dureza, puedes distorsionar tu propia concepción hasta un punto que sea irracional.
Entonces, ¿cómo dejas de ser excesivamente crítico y entras en una entrevista con una percepción realista de ti mismo? La respuesta suena simple: solo debes ser consciente de cuándo te estás juzgando a ti mismo y recordarte que está bien tener puntos débiles. En términos de psicología, esto se conoce como reestructuración cognitiva, y es un poco más difícil en la práctica que en teoría.
Hay muchos ejercicios que puede hacer para crear un estado mental menos distorsionado acerca de usted, pero este es uno que debe probar antes de su próxima entrevista: vuelva a leer su currículum desde la perspectiva de un entrevistador. Cuando tenga pensamientos negativos o críticos, tome nota de ellos, recuérdese que está bien y continúe. Después de algunas lecturas, es posible que haya disipado parte de la carga emocional almacenada en estos juicios, y eso hará maravillas por su confianza.
Aún necesitará hacer todos los pasos necesarios para prepararse antes de una entrevista, pero estas tácticas deberían ayudarlo a tranquilizarse. Pruebe uno o los tres, ¡y prepárese para rockear con confianza esa entrevista!