Los oradores determinan la calidad de sonido general de su sistema, por lo que definitivamente vale la pena el tiempo extra para escuchar varios modelos diferentes antes de tomar una decisión. Pero un buen conjunto de oradores por sí solo no necesariamente garantiza resultados favorables. Otros factores importantes para elegir el modelo correcto incluyen el tipo de altavoz, el espacio para escuchar, los componentes estéreo utilizados para alimentar el sistema y, por supuesto, las preferencias personales.
1) La calidad del sonido es una decisión personal
Al igual que con el arte, la comida o el vino, la calidad del sonido es un juicio muy personal. Todos tienen gustos diferentes, por lo que lo que suena fantástico para uno solo puede serlo para alguien más. No hay el mejor orador que existe, y más de un tipo puede tener igual atractivo para los oídos individuales. Cuando compre altavoces, escuche varios modelos con música con la que está familiarizado. Lleve sus álbumes favoritos (por ejemplo, CD y / o una unidad flash con pistas digitales) cuando compre y use lo que escucha para identificar los altavoces que suenan bien. Tener algo de experiencia en escuchar música en vivo también es un buen indicador para evaluar a los oradores. La música debe sonar natural para sus oídos, tener una calidad de tono equilibrada y ser fácil de disfrutar durante largos períodos sin fatiga. ¡No te dejes sentir apurado! A veces se necesita escuchar a un orador varias veces, a menudo con diferentes tipos de música, antes de tomar una decisión final.
2) Tipos de altavoces
Hay una variedad de oradores para elegir en una gran cantidad de marcas, que pueden sentirse un poco intimidantes al principio. Reducir el campo primero ciertamente ayuda a avanzar el proceso. Los ejemplos de tipos de altavoces incluyen (pero no se limitan a) de pie, estantería, satélite, subwoofer, barra de sonido y portátil. Algunos, como los parlantes de pared, pueden colocarse y enchufarse inmediatamente, mientras que los tipos de pared o de techo pueden requerir una instalación y / o accesorios especiales. Los altavoces pueden ser cableados, inalámbricos o ambos, ya sea como un simple par estéreo o multicanal para sonido envolvente. Una vez más, la elección debe basarse en las preferencias y necesidades personales.
Los parlantes de pie y de estantería generalmente tienen el mejor sonido general porque los controladores y los gabinetes se combinan para el rendimiento. Sin embargo, tales modelos ocupan espacio en el piso, lo que puede ser una consideración importante para los diseños de habitaciones. Los altavoces satélite suelen ser altavoces muy pequeños que se combinan mejor con un subwoofer, lo que da como resultado un sistema de audio mucho más compacto. Una barra de sonido es otra opción conveniente para aquellos que desean mejorar el audio (generalmente para televisores) sin mucho problema o espacio. Los altavoces empotrados en la pared generalmente tienen rejillas que se pueden pintar para que coincidan con las paredes para ese efecto de altavoz invisible (o cercano a él). Los altavoces portátiles son divertidos y fáciles, a menudo cuentan con conectividad inalámbrica y baterías recargables, pero a menudo carecen de un sonido robusto en comparación con los tipos más tradicionales.
3) Salas y acústica.
No todos los altavoces van a sonar bien en el área elegida. Los altavoces más pequeños pueden funcionar en una habitación normal, pero pueden sonar dóciles o pálidos cuando se colocan en una habitación familiar. Alternativamente, los altavoces más grandes pueden abrumar fácilmente los espacios pequeños. En general, los parlantes más grandes son más capaces de ofrecer niveles de decibeles más altos, pero es bueno verificar la salida de vatios para estar seguro. Las dimensiones de la sala, el contenido y los materiales también afectan el audio. El sonido puede reflejarse en las paredes expuestas, los muebles grandes y los pisos desnudos, mientras que las alfombras, los tapetes y los cojines pueden terminar absorbiendo el sonido. Es bueno tener un balance de ambos. Los techos abovedados pueden crear un ambiente más abierto, mientras que los espacios más estrechos pueden llevar a un rendimiento más íntimo.
4) Emparejando con los componentes correctos
Para obtener los mejores resultados, los altavoces deben combinarse con un amplificador o receptor que ofrezca la cantidad correcta de energía. Los fabricantes generalmente especifican el rango de potencia del amplificador necesario para alimentar adecuadamente cada unidad. Por ejemplo, un altavoz puede requerir un rango de 30 - 100 W de potencia de salida para funcionar bien, por lo que esta especificación sirve como una guía general. Si va con una configuración de sonido envolvente o multicanal, se recomienda utilizar altavoces de la misma marca por motivos de rendimiento. Si se trata de una situación de combinación y combinación, es posible que uno simplemente necesite dedicar un poco más de tiempo a la optimización.
5) Optimizando el sistema
Una vez que haya adquirido sus altavoces en casa, tómese el tiempo para conectarlos, instalarlos y colocarlos correctamente para obtener el mejor rendimiento posible. Un poco de paciencia ahora vale la pena a largo plazo. Algunos altavoces suenan mejor cuando están cerca o contra una pared, mientras que otros funcionan bien cuando se les da más espacio para respirar. Los tweeters y los controladores de rango medio tienden a sonar mejor cuando se colocan al nivel del oído.