En el mundo de LinkedIn, donde todos en su red pueden ver a todos los demás con los que está conectado, hay una regla simple a seguir: si alguien quiere conocer a alguien más en su red, no haga la presentación sin preguntarle a él o ella primero. Estas introducciones "frías" pueden ser desagradables y pueden dejar al receptor sintiéndose desequilibrado, molesto e inseguro de qué hacer a continuación.
Hay una manera fácil de evitar esto: enviar un correo electrónico a su contacto y pedir permiso antes de realizar la presentación. Aquí le mostramos cómo hacerlo, cortés y profesionalmente.
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Recuerde que nunca desea pedir más de lo razonable de sus contactos. Si el amigo "cuestionable" de su primo quiere una presentación del CEO de su empresa, está perfectamente bien responder: "Sé que Mark está muy ocupado en este momento, así que no me siento cómodo haciendo la presentación". ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarlo?