2. Comparta una sorpresa "Mientras espera"
Los médicos ponen revistas en sus salas de espera para entretener a sus pacientes mientras esperan. ¡Y puede hacer exactamente lo mismo con su contestador automático!
Por ejemplo:
3. Comparta las respuestas a las preguntas más frecuentes.
Si tiende a recibir muchas de las mismas preguntas, una y otra vez ("¿Cuánto cobra?", "¿Dónde se encuentra nuevamente?", "¿Tiene algún consejo sobre tal y tal?" ¿Escojo tu cerebro? ”), ¿Por qué no utilizar su contestador automático como una oportunidad para repartir las respuestas al instante?
Aquí hay una plantilla que puedes seguir:
Intentalo
Escriba un nuevo mensaje de "Estoy lejos de mi escritorio" usando una de estas tres plantillas, ¡o algo totalmente diferente! Incluso si se aleja por unas horas.
Su contestador automático no tiene que ser largo o complicado.
Su objetivo es hacerlo (inesperadamente) interesante y generoso.
Tu reto?
Vea si puede hacer que su respuesta automática sea el mejor correo electrónico que la gente lea todo el día.
Esa es la belleza de una respuesta automática bien pensada y bien escrita.
Puede estar “ausente”, y aún así mostrarle a sus clientes, compañeros de trabajo y a cualquier otra persona con la que se comunique cuánto le importa.