En algún momento durante la semana, va a suceder. Puede provenir de ese miembro negativo del equipo o de ese cliente horrible (pero con mucho dinero), pero alguien va a marchar a su mundo una vez tranquilo y hará algo que realmente, realmente le hierve la sangre.
Sin embargo, no hay que preocuparse. Talane Miedaner, fundadora de LifeCoach.com, tiene un guión inteligente de cuatro pasos para comunicarse con personas difíciles, con firmeza y amabilidad, que compartió en un seminario web reciente para la Red de Servicios Profesionales Alumni.
Antes de comenzar, hay un consejo importante que ella enfatiza cuando realiza cualquiera de estos cuatro pasos: mantenga su tono lo más plano y neutral posible. Esto mantendrá el foco en el mensaje, sin mencionar que evitará una escalada de la situación.
1. Informar
El primer paso es simplemente informarle a la persona cómo lo ha ofendido mientras mantiene su voz uniforme y neutral. Los ejemplos que da Miedaner son: "¿Te das cuenta de que me estás gritando?" O "¿Te das cuenta de que llegas 15 minutos tarde?" Para muchas personas, este paso te llevará bastante lejos. Si la persona se da cuenta rápidamente de su error y se disculpa, puede detenerse aquí. Los observadores incluso archivarán este conocimiento y aprenderán de la experiencia.
2. Solicitud
Por supuesto, están los reincidentes o los que no pueden captar una pista. Si la persona comienza a actuar a la defensiva o enojada, Miedaner sugiere hacer una solicitud específica a continuación. Algo como "¿Puedo solicitar que bajes la voz?" O "Me gustaría hacer una solicitud para que, en el futuro, respetes mi tiempo", es considerado, pero demuestra que hablas en serio.
3. Insistir
La etapa tres es cuando introduces una consecuencia real. Esto es para delincuentes en serie o personas que continúan escalando la situación a pesar de informar o solicitar. La consecuencia que usa Miedaner es levantarse y marcharse: por ejemplo, “Si no bajas la voz, me iré” o “La próxima vez, esperaré 10 minutos y si no apareces para entonces, lo haré. salir."
4. Dejar
Como último recurso, debe seguir las consecuencias que ha introducido y marcharse. Algunas situaciones (y personas) son más fáciles de abandonar que otras, pero no establecer los límites permite que situaciones difíciles continúen arrastrándose en su trabajo. Entonces, cuando llegue el momento, tienes que irte. Asegúrese de explicar claramente que le da la bienvenida al contacto nuevamente una vez que se corrige el comportamiento, luego vaya.
Este tipo de cosas nunca es fácil, pero seguir los pasos de Miedaner le brinda una estrategia para lidiar y, con suerte, la posibilidad de que ahora exista la expectativa para evitar situaciones difíciles en el futuro.