¿Alguna vez ha notado que trasladarse a una sala de conferencias o cafetería cuando se siente desmotivado puede ayudarlo a concentrarse en realizar más tareas de su lista de tareas? Eso podría deberse a que en esos entornos, todos los demás a su alrededor también están trabajando. Resulta que, cuando realmente necesitas abrocharte el cinturón y ponerte a trabajar, con quién te rodeas es importante.
La ciencia ciertamente lo verifica. Según un estudio publicado por el Psychonomic Bulletin and Review , poner en práctica es infeccioso. Cuando una persona trabaja duro, las personas a su lado también "ejercen más esfuerzo mental", incluso si sus tareas son diferentes y más fáciles de realizar. "Estos resultados proporcionan una primera demostración convincente de que el esfuerzo es contagioso", dicen los investigadores.
Esta conclusión probablemente tenga sentido para usted, incluso si es solo en un nivel subconsciente. Si eres el tipo de persona que necesita un compañero para correr para mantener el ritmo o un grupo de libros para mantenerte honesto, ya conoces el poder del compromiso a nivel comunitario.
¿Por qué no utilizar este conocimiento a tu favor cuando te sientes distraído? El efecto psicológico de posicionarse cerca de alguien que está en la tarea es lo que alienta a las personas a ser productivas, juntas, aunque el trabajo real esté separado.
Por lo tanto, la próxima vez que esté presionado por una explosión final de energía y concentración para terminar el día de trabajo, considere alejarse del holgazán que está comprando en línea y hacia alguien que está claramente absorto en un proyecto. La idea es que su enfoque se contagiará de ti.