Cuando esté considerando dar un gran salto profesional, es fácil dejarse llevar por el miedo. Ya sea que esté pensando en comenzar su propio negocio, hacer un cambio importante en su carrera o dar un salto de fe para perseguir una pasión, es normal tener dudas y dudas sobre la incertidumbre involucrada.
Tu mente salta inmediatamente a todos los riesgos potenciales e, imaginando la vulnerabilidad que sentirías después de dejar atrás la familiaridad, ese miedo te supera. Trabajos desafiantes, nuevas ciudades emocionantes e incluso pasatiempos no convencionales se pasan por alto porque es difícil decir: "Realmente no sé cómo resultará esto, pero lo daré todo de todos modos".
Pero, ¿cuándo fue la última vez que realmente pensó en lo arriesgado que es el riesgo que está tomando? Si bien todas sus preocupaciones son legítimas, la magnitud de estas dudas a menudo se desproporciona.
Solo por diversión, tomemos un momento para reconsiderar lo arriesgado que es tomar un año para probar algo audaz, atrevido y aventurero. Prueba esta lógica:
- Supongamos que la persona promedio en los Estados Unidos vive alrededor de 80 años.
- Luego, supongamos que le tomaría aproximadamente un año descubrir si esta gran idea audaz suya podría tener potencial.
- Ahora junte los dos: un año de 80 es 1/80, o 1.25% de su vida.
Eso parece sorprendentemente pequeño, ¿verdad? De hecho, cuando lo piensas así, ya nada parece tan arriesgado, incluso si al final no tienes éxito.
Incluso podemos llevar esto un paso más allá: supongamos que trabajó día y noche en su nueva idea de inicio o que aumentó y se mudó a un país extranjero. Ocurriría una de dos cosas: o sería un gran éxito y transformaría su vida por completo, o fracasaría, pero aún así sería recompensado con una o dos lecciones de vida.
Cuando se enmarca de esta manera, cualquier nueva aventura, idea o pensamiento loco que esté considerando parece mucho menos desalentador, y eso es algo poderoso para pensar.
Esto no es todo para decir que no debes tomar precauciones cuando das un salto. Antes de saltar al extremo profundo, considere amortiguar su riesgo estableciendo algunos límites para usted. Una forma de hacerlo es tener una línea de tiempo. Reserve un cierto número de meses, y en esos meses, sea implacable. Dale 120%. Pero si, al final, todavía no hay signos de promesa, date permiso para seguir adelante. También podría ser útil crear un límite de presupuesto para cumplir. El hecho de que tenga un costo de oportunidad bajo en términos de tiempo no significa que no tendrá riesgos financieros. Saber cuánto es capaz de gastar desde el principio puede ayudar a controlar circunstancias financieras imprevisibles.
Se necesitan algunas agallas serias para abrazar el camino que aún no se ha tomado, especialmente si tiene opciones "más seguras" que están al alcance de la mano. Pero al darte limitaciones prácticas y observar el riesgo que se extiende a lo largo de la vida, podrías darte la motivación que necesitas para hacerlo.