Todos lo hemos tenido: esa sensación de hundimiento cuando sabes que has bombardeado en una reunión o presentación.
Es una mierda, y, francamente, daña nuestro ego. Todos queremos ser buenos, tachar eso, excelentes en nuestros trabajos, por lo que un paso en falso puede hacernos sentir vulnerables. En nuestras cabezas, comenzamos a lanzar duras críticas internas, reflexionando sobre nuestra incompetencia o sobre cómo no estamos a la altura del tabaco en el lugar de trabajo. ¡Fiesta de lástima!
¿Pero te está haciendo bien? ¿Existe tal cosa como ser demasiado duro contigo mismo? Según la investigación, absolutamente. Se ha demostrado que la autocrítica demasiado severa socava la motivación, impide el progreso hacia los objetivos y aumenta la procrastinación.
Entonces, ¿cómo puede lidiar con sus escollos de manera constructiva y útil? Pruebe estos consejos para aprender de sus fortalezas y debilidades, sin golpearse.
1. Mantenga la calma y salga a caminar
Después de una mala reunión o presentación, es fácil deslizarse por la pendiente resbaladiza de la autoestima. Cuando su cabeza da vueltas con los escenarios “Debería haber hecho esto o aquello”, no está en posición de emitir juicios racionales sobre su desempeño.
Por lo tanto, su mejor apuesta es alejarse de la situación física y mental para ganar perspectiva. Salir a caminar es una excelente manera de separarse físicamente de la oficina. Intenta darte al menos 24 horas antes de volver a visitar la situación. Es fundamental venir a la mesa con un estado sensato y emocionalmente neutral para impulsar su motivación a toda velocidad.
2. Comprueba tu perfeccionismo en la puerta
Dilo conmigo ahora: "Hola, soy humano y cometo errores". Esa es la realidad.
Por mucho que a todos nos encantaría ser el empleado perfecto que acepta todos los premios al Logro del Empleado que haya existido, simplemente no es realista. De hecho, aspirar a un nivel increíblemente alto solo conducirá a la decepción.
Para mantener su perfeccionismo bajo control, tome nota de cómo describe sus errores. ¿Te sorprendes diciendo cosas como "Siempre olvido los nombres de las personas" o "Nunca descubriré cómo ejecutar un informe que complace a mi jefe"? Si es así, te estás deslizando hacia lo que se conoce como un estilo explicativo negativo, es decir, culpar a los malos eventos de aspectos permanentes de ti mismo (piensa: "Simplemente no soy tan inteligente" o "Nunca tendré la confianza para ser bueno para hablar en público ").
En su lugar, trate de convertir esos pensamientos en comportamientos específicos y cambiables que pueda mejorar (por ejemplo, "No me sentí preparado para la reunión, así que la próxima vez pasaré 15 minutos leyendo mis notas en lugar de cinco minutos"). Centrarse en acciones específicas que puede tomar ayuda a cambiar su mentalidad de "Tengo que ser perfecto" a "Soy un trabajo en progreso, y eso está bien".
También recuerde no dejar que detalles menores e insignificantes lo distraigan del panorama general. Poner el logotipo obsoleto de la compañía en sus diapositivas de PowerPoint no va a hacer o deshacer su carrera.
3. Mira fuera de ti
Cuando estamos en un modo autocrítico, a menudo nos volvemos hacia adentro. Por lo tanto, para abordar de manera constructiva sus deficiencias, puede ayudar a cambiar su enfoque hacia afuera y relacionarse con los demás.
Encontrar un mentor es un enfoque especialmente constructivo. Encuentre a alguien que tenga las habilidades y rasgos que le gustaría emular, y comience a pasar más tiempo con él o ella. No solo aprenderá a través de la observación, su mentor puede ser una gran fuente de refuerzo positivo y orientación. Cuando se enfrenta a un desafío o se enfrenta a un obstáculo, su mentor puede proporcionar comentarios útiles, constructivos y honestos, que pueden ayudarlo a avanzar de manera positiva (sin mencionar, recuerde que otros han estado allí antes, ¡también!).
4. Aprovecha los trucos mentales de Jedi en el lugar de trabajo
Después de desarmar el diálogo interno negativo y poner sus debilidades en perspectiva, es hora de tomar medidas sobre su crítica personal. El uso de desencadenantes es una excelente manera de mantenerse encaminado para mejorar, sin depender de la fuerza de voluntad (¡que viene en cantidades limitadas!) O de golpearse a sí mismo.
Por ejemplo, si quiere dejar de decir "me gusta" después de cada palabra en una reunión, como, todo el tiempo, puede tener un compañero de trabajo en la parte de atrás de la sala que cuente cuántas veces Lo he dicho, lo que ayuda a aumentar su conciencia. O bien, si tiene problemas para motivarse para prepararse para las reuniones, puede intentar dejar los archivos que necesita revisar en su teclado para que no pueda ignorarlos a la mañana siguiente.
Los desencadenantes efectivos y bien diseñados pueden marcar la diferencia en la creación de hábitos positivos que se mantengan. Al encontrar señales externas fuera de ti que te impulsan a la acción, te alejas de quedar atrapado en un juego de culpa de sobre criticarte a ti mismo y hacia una forma saludable y productiva de mejorar tu rendimiento.
Recuerde, un ojo hacia el futuro debe caracterizar cualquier autocrítica. El verdadero objetivo es ser proactivo para crear el éxito.