Hay muchas lecciones en emprendimiento que solo deben aprenderse una vez: crear un balance o proyectar flujos de efectivo, por ejemplo. Pero luego hay otros que tenemos que aprender una y otra vez: los desafíos que persisten sin importar cuánto tiempo estemos en el negocio.
Aunque lo sabemos mejor, seguimos haciendo cosas que no son de nuestro mejor interés: revisamos el correo electrónico una vez más antes de irnos a la cama (solo para perder el sueño pensando en lo que hemos leído), decimos sí a una oportunidad incluso aunque no está alineado con nuestros objetivos (solo para dejarnos sobreextendidos e incapaces de buscar oportunidades más interesantes), o aceptamos todo el trabajo que se nos presenta en lugar de solo el trabajo que queremos (solo para construir una reputación que no es t reflejo de lo que queremos que seamos conocidos).
Muchos empresarios se resignan a ser víctimas de este comportamiento para siempre. Pero, solo porque estos malos hábitos son comunes y difíciles de romper no significa que debamos dejar de intentarlo. Permítanme sugerir un nuevo enfoque.
El primer paso es admitir que hay un problema (¿no es así siempre?). Declare que estos comportamientos no son solo circunstanciales o parte de la experiencia empresarial, sino buenos hábitos de buena fe. Al igual que morderse las uñas e interrumpir, este comportamiento modelado y casi automático debe romperse con un enfoque específico y proactivo, uno que utilice objetivos anticuados, tácticas motivadoras y recompensas.
Aquí hay tres malos hábitos a los que los empresarios son propensos, y pautas sobre cómo dejarlos definitivamente:
1. Comprometerse demasiado
Por qué es un problema: Es tentador asumir nuevos esfuerzos y decir sí a las nuevas oportunidades. Pero cuando comienzas a decir sí a demasiado, te sobreextiende. Cuando estás demasiado ocupado, tu pensamiento creativo, lo que realmente necesitas para construir tu negocio, se ve sofocado. Te fatigas y la calidad general de todo lo que haces sufre.
El objetivo: tener una cabeza más clara. En cualquier momento, debe tener solo unas pocas áreas principales de enfoque, no más de tres cuartos. Otras iniciativas deben declararse como una prioridad secundaria, y los proyectos u "oportunidades" no relacionados con sus objetivos comerciales deben rechazarse.
La motivación: en lugar de reducir su jornada laboral más, comprométase a usar solo su tiempo personal para trabajar en compromisos diversos o innecesarios. Lo más probable es que seas mucho más diligente al decir no a las cosas nuevas si sabes que el tiempo asignado para ellas está fuera de las horas de trabajo.
La recompensa: al concentrarse en lo que realmente importa, se sentirá más productivo y menos frenético. Tendrá más tiempo para el aprendizaje, la integración y la creatividad, y eso tendrá grandes beneficios no solo para usted, sino también para su negocio.
2. Ignorando tus propios límites y reglas
Por qué es un problema: cuando te propones ser un emprendedor, probablemente establezcas algunos límites para ti mismo, por ejemplo, un día completamente libre de trabajo cada semana o apagar la computadora a una hora determinada cada noche. Bueno, entonces las cosas se ponen ocupadas. Y es mucho más fácil comprometer sus propios límites que los de sus clientes.
Pero cuando hace esto regularmente, no se apaga correctamente, lo que lo hace más apto para agotarse y sacrificar las oportunidades de recargar y rejuvenecer. También comprometes tu tiempo con tu familia, amigos y haces las cosas que no te gustan del trabajo.
El objetivo: establecer una estructura realista y una rutina diaria, semanal, mensual y anual que optimice la calidad tanto de su trabajo como de su tiempo personal.
La motivación: haga una lista de reglas y pautas que reflejen sus límites de trabajo ideales. Denota lo que no es negociable y lo que estás de acuerdo con comprometer de vez en cuando. Ponga su lista en un lugar donde pueda consultarla fácilmente, o mejor aún, en realidad la vea.
La recompensa: si te apegas a las pautas que sabes que funcionan para ti, estarás menos distraído y serás más productivo, tanto en el trabajo como en el hogar. Cada uno obtendrá más de su atención indivisa, y obtendrá más de ambas experiencias al estar totalmente presente también.
3. Evitar conocer gente nueva
Por qué es un problema: especialmente cuando las cosas se mueven una milla por minuto, es fácil levantar el teléfono y llamar a alguien que conoces en lugar de contactar a alguien nuevo (que puede o no ser útil). Pero cuando no continúa expandiendo su red, se vuelve demasiado dependiente de algunos contactos familiares. Su conocimiento de las mejores prácticas, tendencias e innovaciones se atrofia. Pasas demasiado tiempo reinventando la rueda en lugar de aprovechar las experiencias de los demás. Carece de puntos de referencia y pierde la perspectiva de sus propios resultados.
El objetivo: a tienen un número cada vez mayor de relaciones significativas y significativas al año: personas que son receptivas, fáciles de conectar y generosas con sus ideas, comentarios y consejos.
La motivación: cada mes, incorpore tiempo a su agenda para conectarse de manera más significativa con una nueva persona. Pueden ser contactos nuevos o personas que ya conoce pero que quiere conocer mejor.
La recompensa: al comprometerse a conocer gente nueva, tendrá una red diversa, útil y en constante crecimiento de personas cuyas experiencias puede aprovechar y aprender. Al final del año, tendrá 12 nuevos contactos, y puede estar seguro de que algunos de ellos se agregarán a su lista comprobada.