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Lecciones aprendidas de tener perros como compañeros de trabajo: la musa

V. Completa. Claves para convertir a tu hijo en un experto emocional. Rafael Guerrero, psicólogo (Abril 2025)

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Anonim

Actualmente, uno de mis colegas se está picando bastante fuerte. Otra yace con la cabeza frente a la ventana, esperando ansiosamente la llegada de su persona más odiada por la tarde: el cartero.

Confía en mí cuando digo que esta introducción se vuelve mucho menos inquietante cuando aclaro el hecho de que mis únicos "compañeros de trabajo" son mis perros.

Día tras día, trabajo desde casa, lo que significa que mis perros callejeros, Bert y Gracie, son los únicos que están aquí para escuchar mis sesiones de ventilación sobre un cliente difícil o mis divagaciones sobre una abrumadora lista de tareas pendientes.

Aquí está la cosa: en realidad nunca me responden (salvo por una mirada lamentable que estoy segura de que pretende retratar, "¿Por qué me haces estas preguntas que no puedo responder, mujer patética?").

Pero, solo porque no podamos comunicarnos de la manera en que lo hacen la mayoría de los colegas normales, no significa que no haya aprendido mucho al tener a estos dos perros como miembros de mi equipo diario. Estas son solo algunas de las muchas, muchas lecciones que estos alborotadores peludos me han enseñado.

1. La persistencia vale la pena

Mis perros no son nada si no están determinados. ¿Si pongo un juguete querido o un hueso fuera del alcance? Literalmente moverán los muebles para acceder a ellos. ¿Cuándo no quieren estar atrapados en sus perreras? Tocarán el pestillo hasta que se abra la puerta.

Tener perros como mis únicos colegas definitivamente viene con sus altibajos (y su parte justa de llamadas telefónicas que son interrumpidas por ladridos incesantes).

Pero también es un recordatorio sólido de que puedes aprender mucho de cualquier persona o de cualquier cosa, ya sea un libro, un mentor, un jefe o un compañero de trabajo (ya sea de la variedad humana o de cuatro patas). Obviamente, por mucho que me guste pensar que soy yo quien hace toda la enseñanza cuando se trata de mis cachorros, siempre son rápidos para demostrar que estoy equivocado.