Para muchos de nosotros, la carrera ocupa el primer lugar en nuestras vidas. Nos preocupamos profundamente por nuestros trabajos, empujándonos a trabajar continuamente para ascender a niveles más altos de éxito. Nos importa tanto nuestro trabajo que se arraiga en nuestra identidad e imagen propia.
Sin embargo, esta mentalidad de trabajo primero tiene sus desventajas. Aquellos de nosotros que nos enorgullecemos de estar orientados a la carrera podemos estar tan involucrados e involucrados emocionalmente en nuestros trabajos que impacta negativamente nuestra felicidad y estado de ánimo en general.
Si bien no tiene nada de malo preocuparse por su carrera, surgen problemas cuando deja que el trabajo controle sus sentimientos y comportamientos. Si entra en el ámbito de estar demasiado emocionalmente involucrado en su identidad profesional, llega un momento en que lo deprime más de lo que lo eleva.
Antes de que esto te suceda, busca estos signos que pueden indicar que es hora de retroceder y ganar algo de perspectiva.
1. Internalizas las críticas
¿Te sientes lisiado y aplastado cuando tu supervisor o tus compañeros de trabajo te dan comentarios constructivos, pero difíciles de escuchar?
A veces, escuchamos comentarios como críticas. Pero cuando su jefe le pide datos para respaldar sus hallazgos en un informe, no significa que haya hecho un mal trabajo o que no merece un ascenso. La crítica no es indicativa de fracaso; más bien, a menudo es una señal de que te estás esforzando y asumiendo nuevos desafíos.
En lugar de reaccionar a la defensiva, aprenda a aceptar comentarios sobre lo que es: una oportunidad para aprender y desempeñarse mejor la próxima vez. De hecho, muchos gerentes valoran a los empleados que pueden responder rápida y profesionalmente a las críticas constructivas sobre aquellos que nunca cometen errores en primer lugar.
2. Te llevas el trabajo a casa contigo
Si lleva su computadora portátil de trabajo a casa todas las noches como una manta de seguridad, revisa obsesivamente correos electrónicos en medio de la cena con amigos u omite las reuniones familiares en favor del trabajo que se avecina, lo más probable es que esté anteponiendo su trabajo en general bienestar.
Si bien preocuparse por su trabajo lo suficiente como para vigilar las cosas fuera del horario comercial estándar parece una excelente manera de transmitir que es proactivo y dedicado (y a veces es necesario), hacerlo repetidamente puede pasar factura. Es absolutamente esencial mantener tu vida laboral
equilibrio, tanto por su cordura personal como por su agudeza profesional. Si no puede desconectarse por completo después del trabajo, aprenda cómo llevar el trabajo a casa de manera saludable para evitar el agotamiento. (Aquí hay más sobre cómo hacer eso).
3. Te vuelves loco en situaciones de alta presión
En el lugar de trabajo de rápido movimiento de hoy, los planes cambian, las empresas cambian y las prioridades de su equipo pueden reajustarse diariamente. Si te sientes abrumado, paralizado o completamente abandonado cuando esos cambios suceden en la oficina, haz una pausa.
Por ejemplo, supongamos que su equipo está en medio de un gran proyecto y alguien avisa con dos semanas de anticipación. Puede reaccionar de una manera dramática, el cielo se está cayendo. Si eres un complaciente crónico con las personas, tal vez te pongas en pánico y asumas la responsabilidad de recoger todos los cabos sueltos por ti mismo, sacrificando tus planes de fin de semana para dedicar días de 12 horas. Cuando otros intentan ayudar o no están de acuerdo con sus métodos, los rechaza. Pero al microgestión y al consolidar el control, en realidad estás limitando la capacidad de tu equipo para funcionar. Sin perspectiva, corre el riesgo de tomar malas decisiones que podrían comprometer su éxito.
En situaciones como esta, dé un paso atrás y acepte que hay muchas cosas, en el trabajo y en la vida, que simplemente no puede controlar. Lo que puede hacer es aprender a dominar sus reacciones: desearle lo mejor a su colega en su nuevo trabajo, trabajar con su jefe para implementar un plan de transición sólido y concentrarse en completar con éxito el proyecto como equipo.
4. Tu identidad es el título de tu trabajo
Todos valoramos el éxito profesional y nuestra identidad profesional. Sin embargo, depender de su autoestima únicamente para ser bueno en su trabajo puede convertirse en un problema.
Esto puede manifestarse inconscientemente como, por ejemplo, hablar constantemente sobre su trabajo, independientemente del contexto, o saltar inmediatamente a describir el título y las responsabilidades de su trabajo cuando se le pide que se describa a usted mismo y cómo pasa su tiempo. Pero al vincular su identidad demasiado estrechamente con el título de su trabajo, su perspectiva se vuelve estrecha, enfocada en avanzar en esta área particular de su vida mientras descuida el todo más grande.
Si esto le suena familiar, obtenga una buena dosis de perspectiva considerando lo que realmente le importa, aparte de su carrera. Cuales son tus talentos ¿Cómo te gusta pasar tu tiempo libre? ¿Qué causas te importan? Su autoestima se ve comprometida por mucho más de lo que hace para ganarse la vida.
5. Tus relaciones son rocosas
Si sus amigos u otras personas importantes hacen bromas no tan sutiles sobre sus hábitos de adicto al trabajo, o si sus relaciones se caracterizan por discusiones frecuentes o una distancia cada vez mayor, investigue de dónde proviene esa tensión. Es posible que esté proyectando estrés laboral en sus relaciones.
Si bien los trabajos van y vienen, sus relaciones son las líneas de vida que pueden impulsarlo a través de parches difíciles. Tenga en cuenta que las personas que más le importan generalmente están de su lado y lo apoyarán; no siempre puede decir lo mismo sobre su trabajo.
Si bien preocuparse por su trabajo es una cualidad envidiable, estar demasiado involucrado emocionalmente en su carrera puede ser perjudicial tanto para sus objetivos profesionales como personales. Al notar estos signos y tomar medidas para evitar el agotamiento antes de que comience, puede mantener su nivel de inversión emocional en su trabajo bajo control para que pueda prosperar en un nivel holístico, y no solo en su carrera.