Ser su propio jefe tiene muchas ventajas, pero también conlleva una gran responsabilidad. Y a pesar del hecho de que amamos nuestra libertad recién descubierta, la mayoría de nosotros podemos ser jefes bastante malos para nosotros mismos.
Piénselo: siempre estamos sobreextendidos, pasamos horas extenuantes, actuamos como si todo fuera urgente y, a menudo, ni siquiera estamos seguros de hacia qué, exactamente, estamos trabajando. La mayoría de nosotros no trabajaría para otra persona en estas condiciones, entonces, ¿por qué los creamos para nosotros mismos? Además, no solo ser nuestro propio mal jefe erosiona nuestra satisfacción diaria, sino que también socava la viabilidad y sostenibilidad a largo plazo de nuestros negocios.
Esta es una llamada de atención: cuidar bien de su negocio requiere cuidarse bien. Date un curso intensivo de autogestión con estas seis reglas.
1. Define tu trabajo
Muchos empresarios se jactan de usar docenas de sombreros. Y claro, como propietario de un negocio, sus deberes están garantizados como no tradicionales, pero tampoco es su trabajo hacer todo lo que necesita hacer.
Como cualquier otra persona, necesita dirección, enfoque y propósito para ser productivo. Por lo tanto, tómese el tiempo para definir sus funciones y responsabilidades principales. Le impedirá tener sus manos en cada proyecto y le permitirá resaltar dónde necesita ayuda y garantizará que sus esfuerzos se canalicen a los lugares correctos.
2. Resaltar prioridades
No hay nada peor que trabajar para alguien que siempre se comporta como si todo tuviera que hacerse ayer. Así que tampoco te lo hagas a ti mismo. Tratar cada detalle como si fuera completamente urgente solo lo pone en un modo reaccionario y lo obliga a descuidar lo que es realmente importante.
En su lugar, seleccione algunas prioridades para usted cada trimestre y use esas prioridades para informar su horario y flujo de trabajo. Además de la parte superior del estado de la lista de tareas, considere dar a estas prioridades algunas sesiones de estrategia dedicadas o unos minutos de concentración al comienzo de cada día laboral.
3. Establecer objetivos
Establecer objetivos, y los objetivos correctos, es una parte importante del desempeño. Si están demasiado altos, seguramente te decepcionará. Si se configuran demasiado bajo, es probable que no alcance su potencial. Y si no están configurados, seguramente se sentirá perdido.
Esta tercera categoría es donde la mayoría de los empresarios fallan. Después de todo, ¿cómo sabe cuál es un objetivo razonable cuando su negocio está siempre en un nuevo territorio? Pero es crucial medir su propio éxito y saber cómo describir un trabajo bien hecho. Sí, a veces es más fácil decirlo que hacerlo, pero la clave es utilizar la mayor cantidad de datos posible. Observe su desempeño anterior, examine el mercado, lea lo que los expertos tienen que decir y, lo más importante, pregunte a sus colegas qué es justo esperar.
4. Revise su desempeño
Otro error que cometen los empresarios es pasar años, incluso décadas, sin una evaluación del desempeño. Por supuesto, es un poco extraño revisarse a sí mismo, pero es una práctica importante. ¡Hey, nadie más lo hará por ti!
Programe un tiempo con mucha anticipación donde pueda reflexionar sobre su desempeño pasado y establecer algunas metas para el futuro. Es mejor si esta revisión se presenta en forma de regalo; de lo contrario, es demasiado fácil de rechazar. Tómese un buen almuerzo o un viaje de campo lejos de la rutina diaria. Piense en las áreas en las que se ha destacado y las habilidades que ha fortalecido. Pregúntese si su negocio está aprovechando sus talentos tanto como sea posible. También reflexione sobre sus propias áreas de mejora y establezca una fecha separada para tramar un plan de superación personal. Luego, use lo que ha aprendido para crear o ajustar sus objetivos comerciales.
5. Invierta en desarrollo profesional
A los empresarios les preocupa que si admiten que hay cosas que no saben o que hay margen de mejora, entonces las personas no comprarán lo que están vendiendo. Pero la verdad es que solo puede ganar al abrazar el proceso de aprendizaje y desarrollo profesional.
Use su evaluación de desempeño como un lugar para hacer una lista de áreas que necesita mejorar. Si tiene problemas para obtener objetividad, no tenga miedo de contar con la ayuda de un colega o entrenador. A continuación, haga una lluvia de ideas sobre formas de fortalecer estas habilidades, ya sea a través de libros, clases, conferencias o incluso entrenamiento privado.
6. Date un descanso
Por último, pero no menos importante, no te olvides de darte un descanso. La mayoría de los empresarios acumulan expectativas gigantescas sobre sí mismos, y esto puede conducir a la decepción, la insatisfacción y el agotamiento.
Recuerda, estás en un trabajo que no se había hecho antes. No hay una hoja de ruta, y no hay nadie que lo guíe a través de la experiencia. Y no importa cuán hábil, afortunado o trabajador sea usted, el emprendimiento seguramente estará lleno de incertidumbre y contratiempos.
Entonces, corta un poco de holgura. Asegúrese de establecer horarios razonables, darse vacaciones e incluso privilegios para tomar una siesta si lo desea. Probablemente esté en esto a largo plazo, por lo que, como cualquier otro jefe que se preocupe por la retención, su propio nivel de estrés y satisfacción debería ser de suma importancia.