Aquí hay un escenario de liderazgo clásico: eres un jefe y te han informado sobre los grandes cambios que sucederán en tu organización. Algunas personas serán reasignadas, otras perderán sus trabajos o se les ofrecerán puestos menores. Aquí está el truco: no puedes decir nada al respecto. La información es confidencial.
Pero eres el tipo de jefe que ha creado una gran cantidad de credibilidad callejera por ser transparente. Y va a salir que sabías de antemano sobre los cambios.
Los mejores gerentes no construyen lealtad y confianza al compartir en secreto información confidencial de la compañía o al decirle a los empleados malas noticias que no son asunto suyo; en cambio, lo hacen compartiendo lo que necesita ser compartido, manteniendo la confidencialidad y siendo sinceros en cómo y qué se comunican. (Recuerde que decir "No puedo hablar de eso" o "No estoy en libertad de discutir eso" no es un rechazo personal, es una declaración honesta y profesional de la verdad).
Dale a tus empleados el crédito para entender. Por ejemplo, usted, y ellos, saben que sería un error decir algo negativo sobre un empleado a otro, y esperan que mantenga secretos de sus compañeros de equipo. Siguiendo la misma lógica, ser abierto sobre "casi" todo tampoco incluye romper la confianza que ha establecido con su jefe al compartir algo sobre lo que le ha dicho que se calle.
Sin embargo, sé que es más fácil decirlo que hacerlo. Entonces, aquí le mostramos cómo apoyar a su equipo sin compartir algo inapropiado:
1. Cuando no está de acuerdo con una práctica dentro de la organización
Muestre su integridad al decir la verdad sobre su desacuerdo, especialmente a su jefe, pero aún respetando la política. Aquí hay un ejemplo de la vida real: Kim-Ly era supervisor de turno en una clínica que instituyó una política que impedía el uso de teléfonos móviles para las enfermeras cuando trabajaban un turno. Las enfermeras (hombres y mujeres que tenían bebés y niños en edad escolar) necesitaban estar accesibles para las escuelas y guarderías de sus hijos durante las horas de trabajo. Otros tenían situaciones familiares o personales que ocasionalmente surgían y que era importante manejar durante las horas de trabajo.
Kim-Ly no estuvo de acuerdo con la política y compartió con sus empleados que estaba trabajando duro para lograr que la gerencia la cambiara. Pero hasta que lo hicieron, ella esperaba que su equipo se apegara a eso. Apoyar la política y no estar de acuerdo con ella eventualmente condujo a una nueva solución; un teléfono celular y dispositivo móvil "24/7" común que fue administrado y utilizado colectivamente por todos en el turno. Al equipo de administración de la clínica le gustó tanto la solución que la implementaron como el estándar en toda la organización, y Kim-Ly y su equipo fueron acreditados con la solución.
2. Cuando llegan los despidos y su equipo no tiene idea
Tienes fuertes relaciones con tu equipo, y sabes que Dan está buscando comprar una casa y que la hija de Tina comenzará la universidad pronto. Estás lleno de culpa porque sabes que para fin de año, uno de ellos necesitará encontrar un nuevo trabajo.
Más de unos pocos jefes recurren a advertir secretamente a empleados como Dan y Tina para que no tomen decisiones financieras importantes durante algunas semanas. Aunque se hace con las mejores intenciones, este tipo de divulgación está rompiendo la confidencialidad y es probable que resulte contraproducente. Para la mayoría de las personas, es demasiado difícil guardar un secreto sobre la seguridad laboral. Pero por difícil que sea, haz tu mejor esfuerzo para mantener la confidencialidad.
Su única esperanza para evitar este tipo de sorpresas desagradables es mantener siempre a los empleados actualizados sobre el desempeño general de la organización y recordarles que el trabajo de todos está vinculado a ese desempeño. Por ejemplo, haga que la revisión de los resultados comerciales de su equipo o grupo sea una parte regular de las reuniones. Hacerlo reduce el riesgo de que las personas sean sorprendidas, cualquiera sea la situación.
Una vez que las noticias salgan a la luz, prepárese para escucharlas hablar sobre sus temores y preocupaciones. Haga su mejor esfuerzo para ponerse en su lugar y mostrar empatía, luego esté listo para ofrecer apoyo si lo solicitan, desde escribir cartas de referencia hasta ayudarlos a pensar en encontrar un trabajo que se ajuste a sus talentos en el futuro.
3. Cuándo habrá un gran cambio (que no los afecta directamente)
Nadie tiene que temer por sus trabajos, pero el panorama está cambiando. Quizás el CEO se vaya; habrá una fusión; otra oficina está cerrando; o algún escándalo interpersonal está a punto de salir. Esto todavía puede hacer que las personas se sientan inquietas y nerviosas.
Después de que salga la noticia, si alguien te pregunta "¿Sabías sobre esto?" Di la verdad. Responda con algo como "Sí, fue incómodo no contarle nada al respecto, pero no era mi lugar compartir la información". Situaciones como esta pueden convertirse en momentos de enseñanza para sus empleados sobre cómo se ve el profesionalismo y el mantenimiento de la confidencialidad.
No espere una crisis para decirles a sus empleados dónde residen sus lealtades y responsabilidades. La comunicación regular y abierta es lo que se necesita para mantener la confianza de las personas.
Asegúrese de que sus empleados conozcan sus motivaciones. Como su líder, usted apoya sus carreras y avances. Pero al mismo tiempo, siempre que sea legal y ético, está obligado a respaldar los planes de su empleador; es parte de lo que te pagan por hacer. Sin duda, puede ser un equilibrio difícil, pero ser abierto, dentro de lo razonable, es el lugar adecuado para comenzar.