Ernest Hemingway dijo: "Escribe borracho, edita sobrio". Pero aunque la mayoría de los profesionales preferirían un café con leche Starbucks sobre un Miller Light cuando se dirigieran a trabajar por la mañana, el dicho de Hemingway tiene cierta validez.
Resulta que, de hecho, hay procesos científicos detrás de por qué la cerveza y el café pueden afectar su desempeño laboral para mejor. Aunque no recomendaríamos consumir grandes cantidades de bebidas (o beber alcohol en el trabajo), hay ganancias que se pueden tomar con moderación, es decir, podría valer la pena considerar tener más sesiones de lluvia de ideas en la hora feliz.
Lea la siguiente infografía para ver cómo su creatividad y productividad se pueden aumentar (o disminuir) en función de lo que bebe.