Iniciar y administrar un nuevo negocio no es para todos, pero independientemente de su carrera, hay algo que decir sobre el "espíritu emprendedor".
Un poco de celo emprendedor puede brindarle una clara ventaja en su vida profesional, ya sea que piense o no que alguna vez se lanzará por nuestra cuenta. Entonces, ¿cómo entrenas a tu mente corporativa para pensar más como el dueño de un negocio? Prueba estas cinco formas fáciles.
1. Apasionado
Los emprendedores tienden a ser inmensamente apasionados por su trabajo y, a largo plazo, esta es la clave para el éxito profesional y la realización en cualquier campo. Entonces, si pasas la mayor parte del día soñando sobre cómo preferirías estar haciendo otra cosa, piensa en cómo podrías "pivotar" tu carrera. (¿Necesita ayuda para decidir si está en el camino correcto? Responda estas 15 preguntas para estar seguro).
Busque maneras en que puede tomar lo que tiene y utilizarlo mejor para hacer otra cosa. ¿Podría traducir su posición a otra industria? ¿Transición a otro departamento de su empresa donde su experiencia podría ser utilizada? Si no te apasiona lo que estás haciendo, no te sientas atrapado. En cambio, piense en cómo puede aplicar sus habilidades en otros lugares.
2. Ser molestado por la ineficiencia
¿Te encuentras a ti o a tus colegas sentados esperando respuestas para avanzar o atrincherados en ciertos procesos de trabajo que son demasiado lentos? Los emprendedores no tienen una alta tolerancia a la ineficiencia, y debido a que no tienen una burocracia corporativa para atravesar, pueden solucionar este tipo de problemas rápidamente.
Si bien es posible que no pueda hacerlo al mismo ritmo, piense en las ineficiencias de su organización y considere si hay lugares en los que podría implementar soluciones (o al menos recomendar mejoras). Es una oportunidad de oro para crear valor a largo plazo y brillar en su empresa.
3. Asumir más riesgos
Probablemente haya escuchado la frase, "más riesgo, más recompensa". Una cosa que distingue a muchos empresarios del profesional promedio es su apetito por el riesgo. No, exponerse no es fácil, pero el dueño de un negocio sabe que tiene que darle una oportunidad (o muchas), y que obtendrá grandes recompensas cuando esos riesgos valgan la pena.
En el trabajo, comience con ideas nuevas o sea voluntario para asumir un desafío o dos que estén fuera de su zona de confort. El pago potencial (obtener nuevas habilidades, obtener un visto bueno de aprobación del CEO o incluso obtener una promoción) puede ser enorme.
4. Lluvia de ideas Más
La innovación constante es crucial para el éxito a largo plazo de una empresa, por lo que los emprendedores tienen que tomarse el tiempo para soltar sus mentes y generar nuevas ideas. Si no está acostumbrado a hacer fluir esos jugos creativos, intente reservar un tiempo para probar algunos ejercicios de lluvia de ideas.
¡Y recuerda divertirte haciéndolo! Me encanta esta cita de la compañera emprendedora Virgilia Singh:
Incluso la forma más compleja de innovación comienza con un simple acto: jugar. Más empresas están instituyendo bocetos y pizarras blancas en sus oficinas para fomentar la lluvia de ideas, también conocida como el acto de jugar con las ideas ".
Programe un tiempo cada semana para hacer una lluvia de ideas sobre algo que haya estado pensando. Mira lo que se te ocurre.
5. No limites tus sueños
Para mí, el aspecto más importante del espíritu emprendedor es su infinitud. Muchas personas están condicionadas, a medida que van a la escuela y a la fuerza laboral, para ser realistas y prácticos, pero, ¿qué hay de malo en soñar en grande? Tendrás que trabajar para ello, pero, créeme, vale la pena.
¡Entonces, piense como un emprendedor y sueñe en grande para su carrera!