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El secreto de las entrevistas: no es lo que dices, sino cómo lo dices

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Anonim

Mucho antes de que los humanos desarrollaran habilidades lingüísticas, encontramos formas de comunicarnos entre nosotros. Incluso en ausencia de palabras reconocibles, estábamos muy en sintonía con las pistas no verbales (piense: muchos gruñidos y gestos con las manos). Teníamos que estarlo si queríamos sobrevivir.

Por supuesto, el lenguaje finalmente apareció en la escala evolutiva, pero aún confiamos en lo que vemos y sentimos aún más que las palabras reales que escuchamos.

De hecho, solo el 7% de lo que comunicamos es a través de las palabras. Piénsalo: ¿Recuerdas lo último que tu pareja estaba enojada? Él o ella puede haber insistido: "Realmente, estoy bien", pero por los brazos cruzados y el lenguaje corporal cerrado, sabías que exactamente lo contrario era cierto.

Lo mismo ocurre con las entrevistas. Recientemente, entrevisté a un candidato que tenía un currículum fabuloso con gran experiencia, por lo que me sorprendió que hubiera pasado los últimos seis meses buscando trabajo. Pero cuando comenzamos a hablar, entendí de inmediato por qué: mantenía sus ojos pegados a sus manos, hablaba con tono monótono y aburrido, y rara vez sonreía.

Claro, estaba hablando de su gran experiencia y trayectoria comprobada, pero realmente, no importaba lo que estuviera diciendo, era cómo ese era el problema.

El punto es: puede tener preparadas las respuestas perfectas, pero si su lenguaje corporal está comunicando nerviosismo, ansiedad, aburrimiento o falsedad, su entrevistador lo percibirá de inmediato, y podría costarle el trabajo.

Entonces, antes de entrar en su próxima entrevista, asegúrese de saber cómo aprovechar el otro 93% de la comunicación. Siga leyendo para obtener algunos consejos para comenzar.

Administre su estado emocional antes de la entrevista

Las entrevistas pueden hacer que incluso el profesional más completo se derrita en una pila de emociones. Es normal estar estresado antes de la gran reunión, pero si se comunica de manera no verbal de manera que el entrevistador piense: "Está completamente estresado" o "No tiene paciencia", es posible que no reciba la oferta de trabajo.

Para evitar esto, tómese un tiempo antes de la entrevista para preguntarse: “¿Cuál es mi estado emocional?” Una vez que esté más consciente de lo que siente, puede manejar esas emociones y las reacciones físicas que causan de manera más efectiva. .

Por ejemplo, si sus nervios están sacando lo mejor de usted, planee llegar a la entrevista al menos 15 minutos antes, dándole tiempo para calmarse, calmarse y recuperarse. Si está molesto por algo que sucede en su vida personal, intente reenfocar sus pensamientos en algo más positivo (¡trabajo ideal! ¡Grandes beneficios! ¡Horas felices en la oficina!), Para que pueda tener más confianza y entusiasmo.

Haga que los primeros 60 segundos importen

Solo tiene una oportunidad para causar una primera impresión, y lo que es peor, es una oportunidad muy corta: desde el momento en que entra por la puerta, su entrevistador tendrá una opinión sobre usted en cuestión de segundos. (Puede parecer drásticamente corto, pero ¿recuerda la última vez que estuvo soltero y al acecho? Es sorprendente lo rápido que puede concentrarse en una persona que encuentra interesante y descartar todo el resto).

Por lo tanto, aproveche al máximo ese tiempo limitado. Comience por estrecharle la mano al entrevistador con firmeza y confianza, y no olvide sonreír, hacer contacto visual y ponerse de pie. Su aplomo y confianza en sí mismo lo pondrán en una luz positiva en la mente de su entrevistador antes de que las preguntas comiencen.

Presta atención a tu lenguaje corporal

Una vez que esté en la entrevista y participe en una conversación, tenga en cuenta lo que su cuerpo está comunicando. A medida que responda las preguntas, evite cruzar los brazos (lo que puede hacer que parezca estar a la defensiva o cerrado), y si tiende a retorcerse el cabello, golpear el bolígrafo o participar en cualquier otro tic nervioso, esté atento a controlarlo.

Y cuando no estés hablando, escucha con todo tu cuerpo. A menudo, los entrevistados ocuparán sus mentes pensando en su próxima respuesta, en lugar de realmente escuchar a la otra persona, por lo que puede diferenciarse fácilmente al enfocarse al 100% en lo que dice el entrevistador. Su mente y cuerpo automáticamente adoptarán una postura auditiva al sentarse erguidos, inclinándose ligeramente hacia adelante, haciendo contacto visual y asintiendo. Intente esto en su próxima conversación o entrevista, y se conectará de una manera mucho más significativa.

Preste atención al lenguaje corporal del gerente de contratación

Al mismo tiempo, manténgase consciente de lo que expresa el lenguaje corporal del entrevistador. ¿Se está encorvando, moviendo una pierna o enviando mensajes de texto encubiertos? Estos signos a menudo apuntan al aburrimiento, así que si ve alguno de ellos, interrumpa su monólogo y lleve a su entrevistador nuevamente a la conversación (por ejemplo, “¿Responde eso a su pregunta?” O “¿Le estoy dando el tipo de información que estaba buscando? ¿para?"). Estas preguntas lo ayudarán a regresar al momento y lo ayudarán a descubrir cómo dirigir mejor la conversación por el tiempo que le queda.

Si no está seguro de cómo se comunica actualmente de manera no verbal (¿es monótono? ¿Demasiado emocionado? ¿Se inquieta nerviosamente?), Escriba un par de preguntas que probablemente le harán en una entrevista y grabe en video sus respuestas. O practique con un amigo que le hará una evaluación veraz. De cualquier manera, cuando tenga un firme control sobre la forma en que dice las cosas (y no solo lo que dice), se encontrará como un candidato mucho más fuerte y aumentará dramáticamente sus posibilidades de conseguir ese trabajo.

Imagen de personas hablando cortesía de Shutterstock.